sábado, 8 de noviembre de 2008

Me mira desde el muro


Mientras la dicha se esparcía por los aires, mi mama me compraba helado, ahí estábamos las 2, gritando por dentro gran parte de nuestra soledad jugaba a esconderse entre los bocados que atacaban nuestra hambre, nuestra sed imborrable, sumergidas en la soledad rodeadas de demonios y raíces.

Entre cigarros y porquería, entre tu infelicidad y me caída. Entre el reflejo de lo inverso. Ahí estaba yo, llorando entre sacos de basura, que la tía Mica logro darnos después de 3 días tratando de recolectar algo en ese muladar, le decían el del enfrente, solo los pordioseros lo conocíamos, llenos de tantos insectos que logre acariciarlos y hablar con ellos.

Realmente me ayudaban ya que detectaban toda clase de olores y que decir de los pocos sabores que rodeaban a los restos de comida que muchos desechaban. Y la prole la comíamos, no se ni quien soy lo confieso, aun recuerdo cuando lograba reírme de la gente que me contaba que no había que desperdiciar.
Yo era una de tantas, viviendo mi vida y tirando mis vienes entre tantas pendejadas que mi mama concluía que era una niña chiflada, recuerdo que me bañaba que mi cabello era sedoso, liso, oloroso, lleno de aroma que deleitaba a los chicos.
Hasta que llego el, invadió mi casa y saboteo a mis familiares, destrozo mi tranquilidad, gritaba por todo, se dignaba ha exigir respeto, cuando el se saboteaba con tantos pretextos.

Hombre horripilante, con cara de traición, ojos cortantes, que lograban arrodillaban mi temor, me tomo como suya por tantas veces que me traumo, me daba asco y le escupía por rencor. Después de quitarnos todo, partió y nos dejo aquí entre tantas almas inherentes entre suciedad dispersa, a veces siento que me muero, que me corto, que me odio, que me detesto por ser ciega ante tantos lujos y hoy mas que nunca desprecio a los hombres. A los mantenidos y a las almas insoportables, a los de los partidos, a los presidentes, a los malos padres, a los violadores, a los charlatanes, pero nunca niego que fui como ellos, me perdí y creo que ya se quien digo ser, pero no se si lo soy.

Hoy mi espalda carga costales de historia, calcina en las noches los malos reencuentros y entre las láminas que cubren mi cama me recuerda nunca rendirme ante la misma muerte. Hoy soy mas fuerte y vivo de suerte, mi mama murió, el la mato y yo escape para no regresar con el. Hoy pido que me busques en ti, que si estas al borde, no resistas, que si odias perdones y si lloras resiste, no te puedo decir que finjas no ser porque yo lo soy.

Solo quiero que pienses en cada segundo que pasas, que actúas, que haces, en realidad lo quieres, en realidad lo necesitas o es por tu ceguera que impide avanzar. Piénsalo y búscame, si me ves parame y ten piedad de mi, pero no me dejes, me llaman injusticia. Pero no soy la única muchos mueren por mi causa y me destierran según por bien obrar pero no me hables si no me buscas. Piensa en ti y en los demás, habla y aprende a escuchar.

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