lunes, 26 de octubre de 2009

Κάθαρσις Catarsis


Aquí estaba yo, después de una semana de inmensa energía acumulada entre mis labios, con un rio entre mis ojos que se esparcía en todo mi rostro. Que ahora se asoma la realidad, que sacude entre miles de golpes a mi corazón. Esta realidad que me frenaba al someterme a duros golpes, remontar mi pasado. Reabrir las heridas para destrozar malos recuerdos, calcinarlos en amor de perdón. Con mi cabello alborotado tras un listón negro. Con mis manos frías y mis pies helados. Y cascadas de dolor que irradiaban mi pobre corazón. Con inseguridad prematura. Con movimientos internos que apachurraban recuerdos de nombres imborrables habitando en mi memoria. De donde no podían volar.
Era tan solo una chiquilla. Pero a veces, el número de mi edad permanecía asfixiado por el roce del amor. Aquí estaba yo, sentada en un sillón que olía a libertad con toques de comodidad. Con palabras ofensivas que tornaban a mis amigos antes mis ojos en un par de monstruos, apoyando el consumismo, preocupándose por divertirse, por gozar lo inentendible, estratos de vida. Molestar y buscar su seguridad, su alegría momentánea. En medio de miles de actitudes pretenciosas que los hacían vivir en un universo absurdo en donde el estudio y el dinero congelan el alma, donde el separarse, alejarse resultan un silencio incomoda mas. Tensionan los corazones que parecían mostrar luces que ahora son invisibles. Pensando en una sarta de cosas. En los cambios que he vivido recientemente. En mi paso por el país. En toneladas de amor mezcladas con dolor.

Ordenando mi cabeza. Viendo en el espejo entendí que aun tengo esa chispa de niña, de amiga, que tras mis ojos se escurre una gran tensión, un gran amor y una inmensa sensación de pertenencia, quiero sentir tu amor, toque de sensualidad que escurre tras los gritos de mi alma. Quiero una vez más tratar de entenderme, de robarte. Robaría tus acciones, tus pintas, los colores, tus consejos, tu sonrisa, el final feliz. Tras los pequeños tragos de alcohol que me someten. De sentir lo que sentí. Me hacen vivir imágenes de gloria. De lo que puede ser. Podrá ser o será. Casi no entiendo mucho de mi actuar, solo sigo el grito del corazón. Disfraces de actualidad. Me congelo ante las promesas del amor, descubro que hay mucho por aprender. En medio de flores de poder. De distracciones banales, de matices interminables. Por Suerte que puedo sentir y no he perdido ese don. A veces mi cabeza llora en silencio y mi corazón transpira en el reconocimiento de la tristeza.

Tristeza de conocerme y detenerme. Tristeza de callar y no llorar. Tristeza ante la autoridad, tristeza de abuso, tristeza de perderme y perderte. Tristeza de parar de soñar de aterrizar sin realidad. Tristeza de abandonar y re empezar. Tristeza de esperar. Tristeza de solo pensar y chismear. Tristeza de confusión. Tristeza de mi corazón. Tristeza de no ayudar, no clarificar. Tristeza de no amar.

Y ahora que ahogo yo, pregunta ilógica que busca mi corazón que contesto tras la búsqueda de lo que realmente necesitas. Y es que solo amarte me alivia, se que casi nadie lo entiende. Es casi inexplicable. Mi suspiro se extiende. Mis ojos se enamoran, se abren se dilatan tras tu presencia que me colma de amor. De felicidad que parece ser eterna que me llama a verte, atenderte, a escucharte. A veces el dolor se clava cerca muy cerca de este corazón, dentro del obscuro de esta habitación. Quitándome las fuerzas, sacudiéndome las energías y dándome el bajón. Cediendo cuando no tengo porque hacerlo. Cuando despierto no intento, caigo en el recuerdo en la desesperación. Y ahora me quedo sentada aquí remontando mi dolor, en medio del frio que causa mi soledad.

lunes, 24 de agosto de 2009

Recuerdos

Reciclando Recuerdos

Pronto te metí en un pedazo de cartón, en unas rejas sin fin, te aplaste una y mil veces, sarandie cada minuto en el que te adherías a mi cuerpo, devolví tus detalles. Hice dinamicas de teatro para olvidar tu nombre. Llore mil veces, grite tu nombre un millón de veces, hable de ti un siglo pero hoy se acerca la fecha de caducidad. Las letras de tu nombre me calcinan a diario. Me duele no poder comprenderte, la obsesión seca los retazos del corazón así que esto ya pintaba feo. Ya me lastimaba y me equivoque al pretender amar. Pero el mundo no entiende de amores. Nadie decide por ninguno de los 2Ahora estoy en pausa, sin querer salir pero mis pies caminan solos y mi mente te aleja de mí ser. Gracias por los buenos meses, por los besos en la lluvia, por los recuerdos latentes en mis ojos. Por tus cratas. Por no perderme la pista o por hacer como que la seguías. Gracias por ser mi compañía externa, mi charla interminable.

domingo, 28 de junio de 2009

Ser


Si yo fuera ventana abriría muchos territorios
Abriría panoramas
Si yo fuera viento me gustaría recorrerte y acabar junto a tus lindos ojos verdes
Si yo fuera tu me enamoraría
Si yo fuera yo no cambiaria nada
Si fuera espacio renombraría el tiempo
Incluso a veces lo borraría
Si yo fuera alegría rondaría muchas partes
Si yo fuera tus pupilas hablaría tanto
Si yo fuera animal seria terrenal
Si yo fuera lluvia regaría muchas partes
Si yo fuera estrella recorrería muchas distancias
Brillaría a pesar del opaco negro de la noche
Si yo fuera red pescaría muchas ilusiones
Ayudaría a pescar hombres
Renacería cuantas veces fuera necesario en el mar
Si yo fuera arte seria abstracto
Si yo fuera nube pintaría formas
Si yo fuera numero armaría letras

miércoles, 20 de mayo de 2009

Hay veces


A veces escribo historias
A veces relleno huecos entrañables
Solfeo en el aire
Y te miro tantas veces
A veces te lloro
Te aspiro
Te revivo
A veces te siento otras te maldigo
Hay veces que lloro y mis ojos se tiñen
Canto bajo las flores que juntos sembramos
A veces me alejo y revivo
A veces me muero
Me rindo
A veces el tiempo se cobra el llanto
Me incorporo en el charco
A veces necesito escucharte
A veces me creo dobles para no quedarme inconsciente desolada
A veces me muevo y recorro el mundo
A veces mi mirada te llama
A veces el corazón es un ojo
A veces soy un personaje
A veces sufro inmensamente
A veces grito y te encanto
A veces creo que eres todo lo que necesito
A veces solo te quiero a ti
A veces soy viuda

viernes, 2 de enero de 2009

Porque

De nuevo corría por su frenética vida, mientras gritaba al viento. Llorando y destrozada.
¿Por qué eres tan cruel y despiadado?
¿Por qué te siento a mi lado?
¿Por qué te amo tanto, si apenas te conozco?
¿Por qué el amor?
¿Por qué no puedo tenerte?
¿Por qué te pregunto tanto?
¿Por qué me haces llorar y ahora te pienso?
¿Por qué escoses y no mexicano?
¿Por qué tus ojos me matan y mi respiración se para al verte?
¿Por qué me haces cambiar?
¿Por qué me da miedo perderte?
¿Por qué me paralizas y luego me frenas?
¿Por qué me enamoras sin que te des cuenta?
¿Por qué tus ojos me invitan y me temen?
Porque me pregunto porque si tan solo fuera una palabra sensata. Déjame soñar y sumergirme en tus ojos y besarte esos labios que no pueden callar.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ella no consigue olvidar, ni una mas


Entonces se ubicaba ahí, con sus pies fijos al suelo, llenos de callos que la vida marcaba en su tormento, de puntas, mirada hacia el horizonte, perdida entre si, con una postura inimaginable, recta, impecable. Bailarina como ninguna, envidiada por tantos que sofocaban su encanto. Los presentes la insultaban con la mirada, la comían viva y solo criticaban. Mientras los nervios la carcomían hilando su cruel augurio de soledad, mezclando el más cruel y bajo desprecio. Ella se rendía ante todos los sonidos que la rechazaran ante su regreso al escenario después de años vacios, en el que el arte se sumergió entre esas cuatro paredes en los que ahora se mantenía presa. Sabes, ella me decía, me siento tan sola, tan cansada que en esta pieza quiero llorar y rabiar pero el publico es tan ignorante que igual nunca apreciaría ninguna obra elaborada por mi y mi enorme fe.
Odiarse a si misma, por nunca ser la mejor, ni la admiración era lo que la invadía. Los creía tan ciegos, tan tontos, buscando una belleza fría, superficial que lo que terminaba dando era asco, por su falta de tenacidad y su fría aberración al cuerpo, a tener el abdomen perfecto, nariz respingada, buena, como lo decían muchos pero mala y vacía como solo ella lo sabía.
Ese cuerpo que retrataba la mala alimentación de cada una de las chiquillas ante el temor de ser gordas. Y ahí esta ella, pequeña, solitaria y con alma eterna y fugaz. Jugando a ser feliz, siendo actriz, siguiendo los tonos de la música, pero diciéndose que no era buena, que así no era, que no valía. Que los presentes la insultarían, nunca la felicitarían, su incapacidad la invadía, al menos eso pensaba ella. Los minutos, los ensayos y las horas eran eternos que creaban ronchas en su cuerpo, ocasionando terribles malestares, daños internos. Que en conjunto lo hacia peor.
Segundos de nervio se apoderaron de su grandeza. Ahora era una hipócrita, sonreía cuando la vida le daba una bofetada y la tumbaba día a día, golpe tras golpe. Susurrando en los pasillos de su casa, de la escuela y de su mente. Ella caía pero nunca se derrotaba, se preguntaba porque su inseguridad, porque su baja autoestima. Lo mas triste era que todos buscaban lo mismo y terminaron cayendo en fanatismo, amando una simple rutina frustada, de cansancio e impotencias que cada una de ellas gritaba por un poco de amor hacia eso que llaman sentir cada paso, el hilo de la coreografía. Que marcados con la edad, los presentes veían como excepcional.
El mundo sin embargo para ella en cada paso se derretía, se llenaba de un negro tan obscuro que no cabía en la niebla, la inducia a sumergirse en cada trozo de pequeñas telas que colgaba en el brazo, en sus pantorrillas, delgadas e incluso traiciónate. Al final murió en el escenario, doblegándose, ante el hazlo bien bonito, como si ella nunca lo hiciera, como si la vida fuera tan sencilla, tan bonita, hay cosas que nunca nadie entenderá y esas son las experiencias que nos van marcando en la vida, esa es mi vida, llena de altas y bajas, de pánico y de seguridad. De esos 12 segundos de obscuridad vislumbrando desde alta mar, buscando esperar hasta la eternidad. Es ahí donde morí, cuando alguien más me aplasto y me mato. Cuando tú con tus acciones me pisoteaste, me embarraste en cada inseguridad y grito de mi cuerpo, que mi cara reflejo enojo y algunos cuantos llamaron disciplina, que una vez me frusto y traumo pero esta vez no podrás mas, no me rendiré, así caigo unas cuantas veces, me levantare demasiadas que tus comentarios se borren y no me hieran mas.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Me mira desde el muro


Mientras la dicha se esparcía por los aires, mi mama me compraba helado, ahí estábamos las 2, gritando por dentro gran parte de nuestra soledad jugaba a esconderse entre los bocados que atacaban nuestra hambre, nuestra sed imborrable, sumergidas en la soledad rodeadas de demonios y raíces.

Entre cigarros y porquería, entre tu infelicidad y me caída. Entre el reflejo de lo inverso. Ahí estaba yo, llorando entre sacos de basura, que la tía Mica logro darnos después de 3 días tratando de recolectar algo en ese muladar, le decían el del enfrente, solo los pordioseros lo conocíamos, llenos de tantos insectos que logre acariciarlos y hablar con ellos.

Realmente me ayudaban ya que detectaban toda clase de olores y que decir de los pocos sabores que rodeaban a los restos de comida que muchos desechaban. Y la prole la comíamos, no se ni quien soy lo confieso, aun recuerdo cuando lograba reírme de la gente que me contaba que no había que desperdiciar.
Yo era una de tantas, viviendo mi vida y tirando mis vienes entre tantas pendejadas que mi mama concluía que era una niña chiflada, recuerdo que me bañaba que mi cabello era sedoso, liso, oloroso, lleno de aroma que deleitaba a los chicos.
Hasta que llego el, invadió mi casa y saboteo a mis familiares, destrozo mi tranquilidad, gritaba por todo, se dignaba ha exigir respeto, cuando el se saboteaba con tantos pretextos.

Hombre horripilante, con cara de traición, ojos cortantes, que lograban arrodillaban mi temor, me tomo como suya por tantas veces que me traumo, me daba asco y le escupía por rencor. Después de quitarnos todo, partió y nos dejo aquí entre tantas almas inherentes entre suciedad dispersa, a veces siento que me muero, que me corto, que me odio, que me detesto por ser ciega ante tantos lujos y hoy mas que nunca desprecio a los hombres. A los mantenidos y a las almas insoportables, a los de los partidos, a los presidentes, a los malos padres, a los violadores, a los charlatanes, pero nunca niego que fui como ellos, me perdí y creo que ya se quien digo ser, pero no se si lo soy.

Hoy mi espalda carga costales de historia, calcina en las noches los malos reencuentros y entre las láminas que cubren mi cama me recuerda nunca rendirme ante la misma muerte. Hoy soy mas fuerte y vivo de suerte, mi mama murió, el la mato y yo escape para no regresar con el. Hoy pido que me busques en ti, que si estas al borde, no resistas, que si odias perdones y si lloras resiste, no te puedo decir que finjas no ser porque yo lo soy.

Solo quiero que pienses en cada segundo que pasas, que actúas, que haces, en realidad lo quieres, en realidad lo necesitas o es por tu ceguera que impide avanzar. Piénsalo y búscame, si me ves parame y ten piedad de mi, pero no me dejes, me llaman injusticia. Pero no soy la única muchos mueren por mi causa y me destierran según por bien obrar pero no me hables si no me buscas. Piensa en ti y en los demás, habla y aprende a escuchar.